Es este un plato lleno de colorido igual que el campo empieza a teñirse del vivo color de las flores que nos avisan de que la primavera ya está aquí. Me gusta esta estación por ese fulgor que da a todo mi alrededor y que hace que una simple y pequeñita flor naranja se convierta en una más de las maravillas que nos ofrece la madre naturaleza.
Debía decidirme entre muchas recetas para participar en el concurso de Loreto en su blog Sabores de colores, y la verdad es que no fue fácil la elección porque tiene muchas y variadas recetas. Si aún no habéis participado os animo a ello.
Al final me decanté por esta porque es muy vistosa y sobre todo me apetecía comer zanahoria. El resultado fue estupendo, una mezcla deliciosa con los frutos secos y las migas que seguramente repetiremos más veces.
Aquí va la receta.
Ingredientes:
300 gr. de zanahorias
10 gr. de almendras (las puse enteras)
10 gr de nueces (aunque la receta original lleva avellanas)
75 gr. de migas de pan blanco
Parmesano rallado al gusto
Aceite de oliva
Perejil picado
Cilantro
Pimienta y sal
Preparación:
Pelaremos las zanahorias y las cortaremos en trozos no demasiado gordos. Las pondremos a cocinar con agua y sal hasta que estén en su punto (tierno pero no demasiado). Reservamos incorporándoles un chorro de aceite de oliva. Posteriormente en una sartén también con aceite, doramos las almendras y las nueces. Una vez doraditas incorporamos las migas y salpimentamos removiendo unos minutos más. Retiramos del fuego y mezclamos con el queso parmesano rallado, el perejil y el cilantro (este ingrediente se lo añadí yo) finamente picado. Incorporamos las zanahorias y estará listo para comer.
Es un plato diferente, colorido, muy primaveral y sobre todo exquisito.