Bizcocho de naranja

Después de experimentar las delicias de la mermelada de naranja, le tocó el turno al bizcocho. Esta vez no quería hacerlo en la maquinita, sino de la manera tradicional porque me gusta utilizar mi batidora, ver como se van mezclando los ingredientes líquidos con los sólidos, las varillas en todo su potencial de velocidad. Aprovechando que me quedaban las últimas naranjas de la temporada y que estaban extremadamente dulces, quise añadirle dos naranjas con su correspondiente cáscaras molidas y para eso si que utilicé el juguete porque realmente la deja molida al máximo.

Me gustaría puntualizar que en la casa de mi madre tenemos una variedad de naranjas pequeñas que se ponen de un naranja muy parecido al de la calabaza y que son dulcísimas si las dejamos madurar su punto justo. Estas fueron las que utilicé

Ingredientes:

3 huevos

200 gr. de azúcar

75 gr. de aceite de girasol

100 gr. de nata líquida

1 sobre de levadura de repostería

280 gr. de harina

1 naranja grande o 2 pequeñas en este caso bien maduras

Un pellizco de sal

Preparación:

Como siempre mezclamos los huevos con el azúcar hasta que tengamos una crema, añadimos el aceite, el zumo y cáscara de naranja molidas, (supongo que si no tenemos con que molerlas para que queden bien, podemos licuarlas y el resultado debe ser parecido o rallar las cáscaras.

Cuando esté todo bien mezclado incorporamos la harina y la levadura tamizadas. Enmantequillamos un molde o ponemos papel de hornear y vertemos la masa dentro. Metemos al horno   precalentado a una temperatura de 180 º C aproximadamente, cuidando de que no se dore demasiado por arriba. Una vez que esté listo, espolvoreamos con azúcar glass.

             Me quedó un bizcocho especialmente delicioso con ese aroma intenso que sólo le puede dar las naranjas bien maduras, las últimas de la temporada.