Me estoy aficionando a esto de hacer tartas y aunque no me gusta demasiado lo dulce, reconozco que con esta tarta nadie lo diría. Hace unas semanas que la hice por primera vez para una cena con amigos y gustó tanto, (y sobre todo a mi que soy seguramente, la más exigente con las cosas que hago) que decidí repetirla para mi cumpleaños que fue el pasado 29 de Agosto.
La receta de la leche la vi en el maravilloso bloc de Ani y su receta de Leche merengada. Con unos pequeños cambios la adapté a la tarta; que realmente quedó magnífica con ese sabor tan peculiar que le da la canela y el limón. Una auténtica exquisitez a mi gusto.
Esta fue la primera y sólo hice una foto porque era por la noche y ya sabéis que las fotos no quedan nada bien.
La base preferí hacerla de bizcocho de chocolate y no de galletas porque la mezcla del chocolate y la leche me pareció más interesante. La receta de la base la podéis encontrar en cualquiera de las tartas que hay en el bolg, por ejemplo en la de piña y chocolate.
Ingredientes:
Una base de bizcocho de chocolate
300 ml de leche entera
Una ramita de canela
Cáscara de un limón
1 lata de leche condensada de las pequeñas
Nata para montar (utilicé de 1 litro )*
4 claras de huevo
1 sobre de gelatina neutra
Chocolate fondat para la decoración
Preparación:
Preparamos la base del bizcocho como se indica en la receta que mencioné anteriormente. Una vez frío partimos en dos y recortamos el 2º bizcocho para que quede más pequeño. Esta vez, lo hice bastante más pequeño que las anteriores, porque la crema es tan rica que había que aprovecharla al máximo. También hice el almíbar y lo esparcí por las dos bases y esperé unos minutos para que se impregnaran bien.
Mientras tanto ponemos la leche entera a calentar con la rama de canela y la cáscara de limón a fuego bajo para que vaya tomando sabor, cuando pasen unos minutos, dejamos que hierva, colamos el limón y la ramita de canela, incorporamos el sobre de gelatina neutra disuelto en un poquito de leche y seguidamente incorporamos la leche condensada, batimos con suavidad y dejamos que se enfríe.
Por otro lado batimos las claras a punto de nieve e incorporamos con movimientos suaves y envolventes a la mezcla anterior. Hacemos lo mismo con la nata, es decir la montamos.
* He puesto que utilicé 1 litro pero realmente fue un poco menos, sobre 700 ml aproximadamente porque saqué un poco para otras cositas que hice.
Una vez montada la nata, la mezclamos con la crema anterior del mismo modo, con mucho cuidado de que no baje y se conserve la cremosidad. Vertimos un poco en el mismo molde del bizcocho forrado con papel antiadherente, ponemos la segunda base de bizcocho y seguimos incorporando la crema hasta el final. Ponemos en la nevera hasta que cuaje. Yo lo hice desde el día anterior, pero creo que con unas 6 u 8 horas en la nevera será suficiente.
Las estrellas de la decoración las hice fundiendo chocolate con un poco de mantequilla y sobre papel antiadherente rellené el molde, metí al congelador unas horas y luego decoré la tarta.
Realmente es la tarta más deliciosa que he hecho hasta ahora, no son muchas las que he hecho pero sin duda esta se lleva la palma. Recomiendo que la prueben porque es exquisita, muy suave y cremosa, no excesivamente dulce y sobre todo con el saborcillo a canela que le da ese toque tan peculiar. Y si no, pueden observar la carita de mi niña, que lo dice todo... ;).