Kringle

Uno de mis defectos es ser muy perfeccionista y exigente en algunos ámbitos de mi vida y la cocina forma parte de éstos. Cuando no me gusta el resultado de una receta o de sus fotos, la deshecho directamente. Deben aunarse estos dos elementos para que la publique. Y sin duda este es el caso de el kingle Estonien, aunque dicho sea de paso, es casi imposible no hacerle unas buenas fotos a este bocado divino porque sus formas y texturas se brindan a ello.

Lo de este rosco, (o rosca como la llamamos en la Isla) fue “amor a primera vista”. La vi en la revista de la thermo de Navidad y me dije; “tengo que hacerla sin falta”. Después muchas de mis compañeras de desafío la publicaron en sus blogs y todas comentaban lo deliciosa que era. La tarde previa a noche buena la pasé en la cocina haciendo kingle a diestro y siniestro. Hice unas cuantas, para mis amigos y a todos les encantó. Es sin duda un bocado bastante dulce y con un profundo sabor a canela, pero exquisito, tanto su interior como su forma exterior, por eso recomiendo que lo probéis, seguro que a nadie deja indiferente, además se puede convertir en un buen candidato a regalo de navidad.

Este es un pastel típico escandinavo, la palabra proviene del nórdico antiguo “kringla” y que vendría a significar; círculo u anillo. He seguido las indicaciones de la revista para hacerla con el “cacharrillo”, pero también voy a poner la versión tradicional, que aunque no la he probado espero pueda ser lo más verosímil posible.

 Sólo me queda decir que le he puesto un ingrediente de más a la masa, insignificante pero que potencia el sabor, y es la matalahúva que en la Isla se utiliza mucho para estas masas dulces.

 Ingredientes:

Para la masa:

·                    30 gr. de azúcar

·                    la piel de medio limón sin ninguna parte blanca

·                    120 gr. de leche

·                    30 gramos de mantequilla

·                    15 gramos de levadura fresca ( puse la misma cantidad pero de panadería)

·                    1 yema de huevo

·                    300 gramos de harina de fuerza

·                    1 pizca de sal

·                    Unos granitos de matalahúva

Para el relleno:

·                    50 gr. de mantequilla a temperatura ambiente

·                    60 gramos de azúcar

·                    2 cucharadas de canela molida

·                    50 gr. de nueces picadas gruesas

·                    50 gr. de almendra con piel

Para el glaseado:

·                    1 clara de huevo 

·                    50 gr. de azúcar glas

Preparación:

En la thermo pulverizamos el azúcar y la piel del limón 15 seg. Vel. 10. Agregamos la leche, la levadura y la mantequilla y programamos 1 minuto, 37 º C, vel. 2. Seguidamente añadimos la yema y mezclamos 4 seg. Vel. 3. incorporamos la harina y la sal y amasamos 2 minutos, vaso cerrado, velocidad espiga. Dejamos reposar en una bolsa o bol tapado con plástico 1 hora aproximadamente.

 Mientras tanto haremos el relleno. Ponemos la mantequilla, el azúcar y la canela en el vaso y mezclamos 30 seg. Vel. 2. El paso siguiente igual para la receta con thermo que para la tradicional con lo cual lo podéis leer más abajo. Precalentamos el horno a 180 ºC.

 En su forma tradicional utilizamos azúcar glass y la ralladura de limón, la mezclamos y le agregamos la mantequilla, la leche y la levadura y mezclamos con las varillas o batidora hasta conseguir una crema homogénea. A esto le agregamos la yema y seguimos batiendo. Incorporamos la harina y la sal y mezclamos con suavidad hasta que se integren bien. Amasamos hasta que nos quede una masa suave y que se desprenda de las manos. Formamos una bola y dejamos reposar en una bolsa de plástico o en un bol tapado con film o paño hasta que doble su volumen que debe ser aproximadamente 1 hora.

 Para el relleno mezclamos el azúcar, la mantequilla y la canela con unas varillas manuales o eléctricas y reservamos.

  Y llegamos al momento común a la receta tradicional y a la de thermo. Extendemos la masa con un rodillo de manera que quede un rectángulo de 40x50 cm. Lo untamos con la crema de relleno y con las nueces y almendras, enrollamos y cortamos por la mitad a lo largo sin llegar al final, es decir, dejando un extremo sin cortar para así poder empezar a trenzar. Vamos cruzando la masa de manera que el corte quede hacia arriba y vamos dándole forma de rosca.

Horneamos a 180 ºC durante 20 minutos aproximadamente. 

Para el glaseado, mezclamos la clara de huevo y el azúcar glass, sin batir demasiado. Una vez retirado del horno, pincelamos para darle ese toque brillante. Si queremos, también podemos espolvorear más azúcar glass una vez frío.

 Feliz 2013.